sábado, 29 de enero de 2011

¡Qué desastre!


Después de guardar las cajas con todos mis apuntes busqué la caja de pinturas, está igual que la dejé hace tres años. Bueno, es un decir ya que la mayoría de los tubos de óleos están duros, muchos de ellos todavía son de mi época de artista en Lima, y de eso ya hace 8 años. Carina me ha dicho que los meta en agua caliente, nunca antes lo había escuchado, pero como no tengo nada que perder, lo probaré.


Y que decir de los pinceles, la mayoría están casi si pelos, voy a tener que ir un día de estos a reemplazarlos Ya muy animada, empecé a manchar la paleta con choritos de óleos, blanco, verde, ocres, rojos etc. Me puse delante del lienzo, y empecé a pintar, llevaría como una hora completamente concentrada en el cuadro, cuando de repente mi gato Micifuz, un gato persa de color negro, sin previo a viso dio un salto y "Zas" cayó encima de la paleta, menos mal que reaccioné y rápidamente le cogí del pescuezo, de no haberlo hecho, no se que hubiese pasado.
 Estoy pintando en una terraza, cerrada con ventanas de aluminio, que da a una habitación con una preciosa colcha en la cama y alfombras en el suelo.
Me bajé corriendo con él todavía cogido del pescuezo a la cocina, y allí como pude le quité el óleo que pude, por supuesto la bayeta fue a parar a la basura, como allí no había peligro de que manchase nada que no se pudiese limpiar con agua, allí lo dejé con la puerta cerrada, y volví a limpiar todo el desastre de mi estudio.
Cuando volví a la cocina esta estaba llena de pisadas de colores, me senté y con paciencia acabé de limpiarlo, por supuesto tuve que cortarle algo de pelo.
Así acabó mi primer día de pintura, lo que si que es cierto que ya había pensado que eso podría pasar ya que es un gatito que le encanta estar conmigo, pero sucedió tan de repente, que me cogió desprevenida. 

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