Hace ya bastantes años, aprendí a hacer cuadros tridimensionales, hice un montón de ellos. Tantos, que hasta he perdido la cuenta.
Uno de ellos fue este coche antiguo, que ahora sirve para decorar una de las paredes de mi garaje. Tiene la matrícula de Logroño, no sé si fue una coincidencia, o cuando lo elegí fue por ese motivo, aunque por aquél entonces no tenía ni la más remota idea de que algún día acabaría viviendo en La Rioja, antes conocida como la provincia de Logroño.