viernes, 22 de marzo de 2013

TENGO UNA GATITA PINTORA

Alguno de vosotros ya sabéis que estoy asistiendo a clases en una escuela de arte en Logroño, allí acudo todos los martes y jueves de 10 a 12, tan sólo son dos horas. La verdad es que a todas nos parece que es poco tiempo ya que cuando más  agusto estamos tenemos que recoger todo. 
 
La semana pasada no tuvimos clase, ya que mi profesor se marchó a Valencia para las Fallas, así que me traje el cuadro que estoy pintando "el de la bicicleta" para trabajar en él aquí en casa. Quiero tenerlo terminado para antes de Semana Santa.

Así que el lunes me levanté, arregle la casa, preparé la comida y toda ilusionada me dispuse a pintar. Preparé la paleta con un montón de colores y antes de comenzar a pintar recordé que no había comprado el pan. Como no quería que se me olvidase,  inmediatamente me fui a la panadería, no tardé ni diez minutos, en regresar, entré en casa, me fui a la cocina para dejar el pan  y cuando me dí la vuelta vi a mi gatita Alba y pisadas de óleo en el suelo de la cocina que venían de la planta de abajo, donde tengo mi taller.

 La cogí en brazos, bajé corriendo, y no veáis cómo estaba todo, la paleta estaba en el suelo, y había óleo por doquier, el suelo, la mesa de cristal, la funda del sofá. Sin quitarme el abrigo traté de quitarle el óleo con aguarrás, pero había tanto que se les extendía más y más, traté de ayudarme con agua y jabón pero cada vez había más color. 

Ya no sabía qué hacer, con el abrigo todavía puesto, cargada con ella, con las manos llenas de óleo, la gata toda nerviosa. Ya os podréis imaginar cómo se pone una gata cuando se le pone bajo un grifo.

La subí a la planta de arriba, la encerré en el aseo, bajé a limpiar todo el suelo ya que tenía miedo de que se manchasen de óleo las juntas de cemento que hay entre las baldosas, y limpiar también con aguarrás la funda del sofá. Cuando ya vi que todo esta limpio, me metí en el baño, con toallas viejas, y una jofaina de plástico dispuesta a bañarla.

Así le quedaron las patas después de un buen baño
Y yo acabé completamente mojada, agotada y sin ningunas ganas de pintar.

Aquí tenéis a mi trasto, después de unos días todavía le quedan restos de óleo


 

4 comentarios:

  1. Mirala que chula esta, y como posa´.

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  2. No me quedan ya tripas para reirme,creo que todos los animales tienen vena artistica...mi gato tiger y mi chihuahita pee wee siempre estan conmigo en mi estudio y ya hace tiempo con pee wee pase un momento como el tuyo...ya me cuido de no dejar nada que puedan pisar o mordisquear..pero pienso que cualquier inconveniente queda pagado con esa carita tan chula que tiene Alba en la foto.
    Un abrazo!!!

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  3. Es preciosa, se le ve feliz. Me imagino cómo debió ser su travesura y la desesperación que sentías de no poder quitarle las manchas. Por experiencia ya sé lo que es un gato cuando lo quieres mojar, la mía se ponía furiosa, de ninguna manera consentía. Curiosamente tengo una amiga que cuando se ducha, la gata va al plato de ducha y tiene que sacarla de allí porque le encanta el agua.
    Cuando comenzabas tu relato por un momento pensé que ibas a mostrarnos el cuadro estropeado por las huellas del animal.
    Un abrazo

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  4. A Alba le gusta el agua, y suelo bañarla cuando hace buen tiempo, pero esa vez las dos nos pusimos muy nerviosas hasta me gruñía, y me olvidé de contar que me rompió con las uñas el jersey.
    Casi hubiese preferido que me hubiese manchado el cuadro, ya que con aguarrás el óleo se quita muy bien y si lo de abajo está seco no hay problema.

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