Mi primer cuadro pintado al aire libre, fue todo un reto para mi, Ana María me animó a hacerlo, y tengo que reconocer, que aunque ya había pintado un bodegón del natural, me daba un poco de miedo.
Lógicamente, el motivo tendría que estar en su jardín, estuve dando vueltas por él, hasta decidirme por este rincón, de una barbacoa.
Debido a ello, los inviernos son muy tristes y más para nosotros los españoles, que tenemos sol en todas las estaciones del año. Nunca he olvidado la sensación que tuve la primera vez que aterrizé en Lima. Era el 3 de Julio del 94, y allí estaban en invierno, durante todo el trayecto se podía ver todo el paisaje que teníamos debajo de nosotros como Caracas, Ecuador, el norte del Perú, los Andes, la selva, y todo estaba iluminado por el sol, y justo, cuando nos anunciaron que íbamos a aterrizar y el avión comenzó a descender, nos metimos en una densa franja de nubes, que parecía interminable, y nada más atravesarla, un paisaje de color gris en donde se encontraba la ciudad de Lima apareció ante nosotros. El radiante sol se había quedado encima de las nubes, no había ningún rastro de él.
El taller de Ana Mª se encuentra en un lugar privilegiado en la ciudad de Lima, se llama El Sol de la Molina, y su nombre es debido a que en dicha zona, al estar más alejada de la costa, si que tiene la suerte de ser visitada por el sol en algún momento del invierno. Por aquél entonces, en el año 96 solía ir dos días a la semana, si tenía suerte de que hubiese sol, las piedras se veían con luz, alegres, pero si resultaba que ese día estaba nublado, me era dificilísimo, y como era lógico, Ana Mª no me dejó fotografiar la barbacoa, así que tuve que hacer un verdadero esfuerzo, para retener en mi memoria la luz del sol sobre las piedras
Lógicamente, el motivo tendría que estar en su jardín, estuve dando vueltas por él, hasta decidirme por este rincón, de una barbacoa.
Así, que saqué todos mis bártulos, y el caballete, y comencé a transportarlo al lienzo
Cuando os he dicho que fue todo un reto, no exageraba.
No os podéis hacer una idea lo difícil que para mí fue hacerlo, y el motivo fue la luz del sol.
No sé si lo sabréis, pero en Lima, durante el invierno nunca sale el sol, siempre está nublado y normalmente por las noche suele caer un chirimiri, que moja el suelo, fastidia un poco, pero nada más. Es tan poco, que allí la gente nunca utiliza el paraguas, ni se venden en las tiendas, y de hecho ni en las calles existen las alcantarillas que nosotros tenemos en nuestras calles.
Recuerdo, que cuando salí del avión y la azafata se despidió de mi con un saludo, a pesar de que eran las 10 de la mañana, le contesté diciendo "buenas tardes"
Ese fenómeno sólo ocurre en Lima, el resto del Perú tiene sol en todas sus estaciones, y además les llueve con tormentas iguales que las nuestras.
No se si será cierto, pero se decía que cuando Pizarro conquistó el Perú, en un principio la capital iba a ser en Arequipa, pero los Incas hicieron todo lo posible para que fuese en Lima, ya que como allí tenían el peor clima. Pensaron, que si ellos no habían podido defenderse de la invasión de los españoles, igual el clima si que podía.
Y aquí está el resultado de mi primer cuadro pintado al aire libre.
Tiene un defecto de perspectiva, pero como fue el primero, así se queda.
pues no está nada mal. Saludos.
ResponderEliminarhenarquintanilla.blogspot.com
Hola , ando paseándome por tus espacios y me ha llamado la atención todo lo que cuentas sobre tus fotos y sus apariciones en revista , tendré que buscar un hueco yo también.
ResponderEliminarCon lo que si que ya solo me queda admirar es con la pintura , ahí si que no me atrevo, como dices ahí se queda con la perspectiva por perfeccionar , y sí , pero ese rincón de barbacoa te ha quedado muy bonito y los colores me gustan muchísimo.
Saludos
Gracias a los dos por vistar mi blog. Y a ti Henar, decirte, que al lado de los tuyos.......
ResponderEliminarSaludos