MALETÍN - Bodegón del natural

Este cuadro también lo pinté para regalárselo a mi marido, el motivo principal del cuadro es el maletín., por eso el título.

Es un viejo maletín de cuero que me regalaron, y lo tenía de decoración, cada vez que lo miraba, pensaba que podría quedar muy bien en un lienzo, así que me animé, los demás accesorios vinieron al azar. Para el fondo elegí un tejido cuzqueño, me pareció que le iría muy bien con las tonalidades del maletín, y además en el Perú los tejidos tienen un significado muy importante en sus distintas culturas, y los tejidos cuzqueños son muy significativos, están considerados como símbolos prealfabéticos o una escritura ideográfica. 

Fue muy laborioso y entretenido pintarlo, y disfruté un montón mientras lo confeccionaba con mis pinceles, al tiempo qué mi profesora Ana Mª me comentaba cosas sobre la técnica que se utiliza para confeccionarlos. En su mayoría son mujeres las que los confeccionan, con la ayuda de sus manos y sus pies. Ellas suelen sujetar de su cintura a los pies la urdimbre organizada vertical, de modo que ambas manos ejecutan la trama, en recorrido horizontal.

En uno de mis viajes que hice por Cuzco, tuve la suerte de ver a varias mujer confeccionando tejidos sentadas en el suelo enfrente de sus viviendas y, cuando digo que tuve suerte de verlas es, porque realmente lo estaban haciendo como un trabajo, y no lo hacían para que los turistas las viesen. Me mostraron como lo hacían y me pareció muy interesante, la pena es que les pagaban muy poco.  

Esta pequeña guitarra, se le conoce con el nombre de Charango, también lo tenía en casa, dicho instrumento en típico del Perú y de los países andinos. Y el cenicero y los puros, se me ocurrieron, ya qué alguna que otra vez mi marido se fuma uno.

Ya os iréis dando cuenta, de qué la gran mayoría de mis cuadros que pinté en Lima, tienen bastante influencia peruana. Éste fue el segundo que tiene un tejido peruano, y después de éste vendrán más. El primero fue el Chipiva.