En el Raku intervienen, tierra, fuego, aire y agua, elementos que son los causantes de que cada pieza sea única.
Nuestro profesor Toño Naharro, listo para comenzar a sacar las piezas del horno
Y trasladarlas cuidadosamente a este bidón, en el que habíamos metido hojas estrujadas de periódicos, que inmediatamente se incendiaron al entrar en contacto con las piezas recién salidas del horno.
También se le echa serrín, para que genere humo, que al penetra en las piezas, entra a ser parte de ella.
Echando Serrín
Los esmaltes (oxidos) que se han utilizado para pintar las piezas, son los que también proporcionan una parte del oxígeno para esta combustión, que al reducirse pasa en metal puro, que es lo que le da la apariencia característica de esta cerámica.
Biruta y papel que se convierten en fuego
Después de unos minutos, este proceso químico, que la pieza ha conseguido en contacto con el fuego, se fija bajando bruscamente la temperatura con agua. Lo que hace que se obtengan tonalidades, texturas, matices y colores, que a todos los que al curso hemos asistido nos dejó maravillados.
Fuego
Mi abanico
Agua para bajar la temperatura
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