Como se acercaba el cumpleaños de mi marido, pensé que sería buena idea pintarle un cuadro para regalarle ese día. Eso fue en el año 1997, cuando comencé a asistir al taller de Ana María Pizarro, en Lima.
Me decidí por pintar la cara de un niño con su gorro y poncho, todo muy típico del Perú, lo copié de una postal que había comprado en una de mis visitas a uno de los típicos mercadillos de artesanía que habían en Lima
Así que me puse manos a la obra, y nunca mejor dicho ya que lo hice con la técnica de dibujo al pastel y como ya se sabe, en esa técnica las tizas y los dedos son los que trabajan.
Me decidí por pintar la cara de un niño con su gorro y poncho, todo muy típico del Perú, lo copié de una postal que había comprado en una de mis visitas a uno de los típicos mercadillos de artesanía que habían en Lima
Así que me puse manos a la obra, y nunca mejor dicho ya que lo hice con la técnica de dibujo al pastel y como ya se sabe, en esa técnica las tizas y los dedos son los que trabajan.
 Indio |
Aquí está el cuadro ya finalizado, quedé muy contenta, y más cuando se lo regalé a mi marido.
Cuando lo desenvolvió, me dijo ¿Es de Indio?
Indio era un joven artista peruano, él como muchos otros artistas vendían sus obras en una céntrica plaza del barrio de Miraflores en Lima, y no hacía mucho le habíamos compramos uno de sus cuadros hecho en acuarela de la cara de un anciano. Me encantaban todas sus obras, siempre que pasábamos por allí me paraba a mirarlas
Así que ya os podéis hacer una idea de cómo me sentí, cuando vi que mi marido había pensado que era un cuadro que le había comprado a un verdadero artista.
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